- El cielo oscuro entra por la ventana, rodeandole. Me quedo a unos pasos de él, nos quedamos los dos atrapados en esa incertidumbre entre el día y la noche. La música continua su apasionada revolución a nuestro alrededor y dentro llevo a una chica deseosa de ceder a su ciego compás... deseosa de bailar, salvaje y libre, por toda la habitación que no para de retumbar, pero por desgracia esa chica está en mi interior, no soy yo. Yo quisiera un manto invisible para salir de este lío de una maldita vez.
En mi habitación, llorando, una vez más, por un gilipollas que no se merece mis lágrimas. Sí, me has jodido la vida, pero me he propuesto una cosa: voy a hacer como si NUNCA hubieras existido, no voy a dejar que nada ni nadie me haga sentirme mal y, por último y más importante, voy a ser FELIZ de una puta vez. Se van a acabar todas esas lágrimas que derroché por ti. Nadie, repito NADIE, y mucho menos tú, se merece mis lágrimas.